Poder trabajar en lo que a uno le encanta y lo hace levantar feliz todos los días es realmente una bendición. Y eso es lo que le pasó a Shirley. Una psicologa que encontró su verdadera libertad en la panaderia. Fermentando masas, creando recetas, amasando y horneando. Decidío que este hermoso oficio no sería solo su mejor terapia, sino que además seria su trabajo. La Panera nacío hace 4 años con mucha determinación y algo de incertidumbre, en estos años cada receta se ha perfeccionado y mejorado. Ahora es "la consentida" de nuestra panadería. Siga y disfrute de todos nuestros productos. Panes naturales y sin quimicos, llenos de sabor, sueños y mucha alegria.